sábado, 19 de marzo de 2011

LA NUEVA LEY PARA LAS MIGRACIONES Y LA SOCIEDAD CIVIL EN EL SALVADOR.

La LEY ESPECIAL PARA LA PROTECCION Y DESARROLLO DE LA PERSONA MIGRANTE SALVADOREÑA Y SU FAMILIA nos está abriendo el camino para que en El Salvador le demos el debido poder a lo que se llama Ciudadanía Transnacional. El proceso de ciudadanía transnacional, en términos de identidad nacional, los migrantes van bastante más avanzados que quienes estamos apegados a una identidad territorial; pero, efectivamente eso no basta. El tema más importante de su construcción de identidad es que se sienten SUJETOS DE DERECHOS Y OBLIGACIONES aquí (origen) y allá (destino).
La actual ola migratoria es de migración laboral, su antecesora es de migración política; aunque ambos son emigrantes, en su construcción individual como sujetos están marcados por la exclusión económica (marginalidad, falta de acceso al trabajo, a servicios etc.) y por la intolerancia política a las diferencias. Un contingente alto de ellos, salió porque querían cambiar sus vidas, rechazando su pobreza y planteándose la superación de la misma; son "luchadores", esforzados, trabajadores y parte del contingente educativo más capacitado de la sociedad. Son además, más del 80% población en plena capacidad productiva y reproductiva. Sin ellos, sería difícil establecer nuevas formas de planificación local.
El reto grande con este instrumento de Ley es para la Sociedad Civil Organizada tomando en cuenta que  existen escasos vínculos entre las organizaciones de migrantes creadas y organizaciones sociales en nuestro país. De manera que el trabajo que se realiza en términos políticos, económicos y de reforzamiento de las identidades locales y nacionales aún es débil. Las Organizaciones de la Sociedad Civil, deben tomar un rol importante en la incidencia pública y política no sólo en la defensa de los derechos de los migrantes si no también en la incorporación de sus potencialidades en la vida política y social.
La  sociedad civil debe promover, nuevas formas de circularidad para los migrantes, alentando el diseño de programas de trabajadores temporales con una perspectiva de retorno en condiciones favorables de trabajo y de capacitación orientados a la reinserción productiva al desarrollo nacional. Estos programas pueden crear fondos de ahorro e inversión enmarcados en una estrategia de desarrollo local y regional.
La ley propone la creación del Consejo Nacional para la Atención y Desarrollo de la Persona Migrante y su Familia (CONMIGRANTE), este concejo debe partir con la  realización un proceso de Medición y desempeño de las migraciones y las remesas. Con ello podríamos tener diversos productos que orienten nuestras propias acciones, podríamos tener elementos para emitir una voz, local, nacional e internacional, respecto a políticas públicas y así mismo podría ser la base de proyectos que sepan tocar los aspectos claves que contribuyan de manera cualificada a procesos de desarrollo local trasnacional.

La LEY ESPECIAL PARA LA PROTECCION Y DESARROLLO DE LA PERSONA MIGRANTE SALVADOREÑA Y SU FAMILIA ha dejado por fuera a un actor protagónico en el tema migratorio, se trata de la Empresa Privada quienes han estado marcando niveles altos de consumismo y poco desarrollo, los migrantes, sus familias y las comunidades expulsoras demandan ya una muestra de responsabilidad social empresarial.

Cesar Rios

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